Este domingo el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, rindió su Segundo Informe de Buenos Resultados pero más allá de los avances en la capital poblana, todos esperábamos el destape oficial del alcalde por la candidatura a la gubernatura del PAN-PRI-PRD-PSI.
El escenario era el ideal, Eduardo Rivera supo enfrentarse a las múltiples protestas buscando intereses propios como los comerciantes de Antorcha Campesina, la UPVA 28 de Octubre y otros comerciantes de la Central de Abasto y llegó al domingo de una manera triunfal.
Los invitados también eran los ideales para un destape político: la candidata a la presidencia por el Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, los presidentes nacionales del PAN y PRD, Marko Cortés y Jesús Zambrano respectivamente así como los líderes estatales del PAN, PRI y PRD, Augusta Díaz de Rivera, Néstor Camarillo y Carlos Martínez.
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Y el momento llegó, tras múltiples gritos de “¡Gobernador!” el auditorio GNP escuchó a Eduardo Rivera decir “Estoy listo para Puebla”. No necesitó ser más específico demostrando que a él si le interesa respetar la ley electoral.
¿Por qué no se atrevió a decir claramente sus intenciones de ser gobernador? Seguramente porque en días atrás el mandatario estatal Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien también hizo acto de presencia, pidió que los alcaldes del estado de Puebla se abstuvieran de destapar sus aspiraciones políticas.
Sin embargo, Eduardo Rivera, teniendo el apoyo de la dirigencia nacional del PAN y del PRD, y de distintos cuadros de ambos partidos en el interior de la entidad, no necesitó gritarlo a los cuatro vientos para seguir posicionado como la opción más fuerte para encabezar a la oposición en Puebla.
¿Cuándo se atreverá Eduardo Rivera a decir claramente sus intenciones de ser candidato a la gubernatura por el Frente Amplio por Puebla? Esperemos que sea pronto para que no se enfríe la “Lalomanía”, mientras tanto, nosotros nos leemos mañana en El Acuario.
