El gobierno de la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo acaba de acusar recibo de uno de los más grandes desafíos del crimen organizado con la ejecución de Milton Morales Figueroa, un súper policía que trabajó con quien fue nombrado secretario de Seguridad, Omar García Harfuch.
El homicidio del mando policiaco en Coacalco, Estado de México la mañana de martes, está lejos de ser un asunto doméstico en la capital de la República por las repercusiones que en breve comenzarán a observarse en el plano nacional, pues debido a las cartas credenciales de quien en vida fue el responsable de la Unidad de Estrategia Táctica y Operaciones Especiales de la policía capitalina, tenía un lugar asegurado cerca García Harfuch.
Se trata de la primera baja en el círculo del funcionario cercano a la presidenta de México luego de que él mismo sobreviviera a un atentado instrumentado por criminales locales al servicio del Cártel Jalisco Nueva Generación en junio de 2020 y por el que 12 sicarios recibieron una pena de 300 años.
La muerte de Milton Morales Figueroa a causa de un ataque directo de un sicario solitario que lo hirió en la cabeza es en si mismo una mala señal en tiempos de transición política para octubre próximo por el contexto general que apunta a una creciente percepción de inseguridad.
Más de Parabólica: Fuera máscaras
En la mas reciente encuesta del diario El Economista, Mitofsky registró un creciente malestar por el clima que se respira en México con 38.1 por ciento que asegura, las cosas van peor en términos de seguridad pública. El bono del que goza el gobierno entrante no es infinito y una ejecución como la que hoy debe ser vista como parte de un problema que el gobierno saliente ha desdeñado, por lo menos en el discurso público.
Al mismo tiempo, debe verse como un crimen de alto impacto porque la víctima formaba parte de la estructura de quien ha combatido de manera frontal a las mafias locales en el corazón del país que hoy parecen haber enviado una señal en el sentido de que hasta los altos mandos resultan vulnerables frente al crimen organizado.
Los primeros indicios sugieren que la ejecución del funcionario pudo haber tenido que ver con las indagatorias que coordinó como la búsqueda y aprehensión de un personaje de los sótanos de la capital, el Faso (Edgar Jesús N.) un jefe de narcos que operaba en la capital del país y luego se refugió en Cancún tras la desaparición de un jugador de fútbol profesional de apodo “El Kalusha”, ligado a un grupo de narcomenudistas contrario.
Fue también quien investigó y dio seguimiento al atentado que sufrió el periodista Ciro Gómez Leyva de Grupo Imagen el 15 de diciembre de 2022, además del asalto que padeció el canta autor español Miguel Bosé en agosto de 2023, ambos de alto impacto y que tiene a los responsables sometidos a sendos procesos penales.
Ya sea por el trabajo de investigación para esclarecer delitos de alto impacto o por que la intención fue demostrar que frente a los grupos de criminales el Estado tiene ángulo de debilidad, la señal resulta preocupante. La ausencia de información concisa y oportuna suele abrir la puerta a la especulación y las malas intenciones.