La basura que se recicla

El proceso de designación en el Congreso de quien encabezará la Comisión de Derechos Humanos desató en las últimas horas una guerra de señalamientos, lodo y acusaciones pocas veces visto.

Algunos medios, cuentas en redes sociales y grupos de interés han filtrado, publicado y esparcido todo tipo de contenidos que refleja el estado anímico del proceso y el afán por descarrilar a las y los jugadores.

Al medio día del martes 29 ya se había filtrado a redes una conversación casual, notoriamente sacada del contexto, en la que se escucha hablar al actual presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Félix Cerezo, de mezcal y cerveza y de los segmentos poblacionales en donde mayormente se consumen.

Quien grabó y filtró el material estaba presente en la oficina de la dependencia y fue detonada justo el día en que comenzaron las entrevistas ante la Comisión de Derechos Humanos en el Congreso que preside Roberto Zatarain. Bajo la lógica de que el mejor competidor es el que no llega a la justa, el video es, por lo menos, insumo para el morbo vulgar de un segmento en la escena pública desinformado, adicto al rumor y propenso a la mala leche.

Algo similar sucedió con otra competidora, Rosa Isela Sánchez, llevada a los sótanos en donde especialistas en el control de residuos habitualmente sirven a intereses económicos o de grupo, como el que encabeza Germán Molina, el director del Instituto de Ciencias Jurídicas y aspirante perenne a ocupar espacios públicos.

No hay perfil destacado en la carrera por la titularidad de la oficina que se presume garante de garantías individuales que no haya sido llevada al escrutinio y la difamación.

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La abogada Mónica Reyes Roldán, que ha tenido una actuación destacada en el colectivo femenino 50+1 que preside en Puebla la Magistrada Margarita Palomino, le fue reprochada su papel como abogada litigante al servicio de un perfil de dudosa reputación visto en Palmarito como una especie de “señor feudal”, José Antonio Martínez Fuentes “El Toñín”.

La publicación de ese fragmento en la hoja de vida ignora otro ángulo de la carrera profesional de la aspirante a suceder en el cargo a Cerezo: en el colectivo 50+1 cohabitan féminas de diversa orientación política, trayectoria y profesión y una constante es la sororidad, tan poco frecuentada en otros ámbitos de la vida pública.

Mal harían quienes integran la Comisión legislativa respectiva en tomar como una reverencia el estiércol que propalan con ligereza obscena esas cuentas que obedecen a quienes desde el anonimato pretenden influir en la toma de decisiones.

Ignoran quienes arrojan la piedra y esconden la mano que los factores de poder real y de decisión poseen un mapa real y preciso de la identidad, conducta y precio de cada uno.

Que un tuit, trascendido o columna no va a variar un ápice la ruta que ya se comenzó.

Si acaso, el proceso en curso ha permito exhibir a cada quien y cada cual. Ya podrán volver a la catacumba de donde salieron, porque en el espacio público no tendrán margen alguno, ni crédito público. Son desechos que se confinan.