Sueños cruzados de Rulfo con Cervantes

El diálogo lejano, palabras que quizá no se dijeron pero que nos duelen en todo momento

-La intención era expandir el reino sobre nuevas tierras, seguir con el orgullo de arrebatar el reino de otros bárbaros, que nos dejaron más que costumbres el olor de la muerte, un sentido de religión distorsionado, la visión de progreso, de los nuevos reinos que a muchos nos tocó defender y hasta quedar lisiados de por vida, el dolor de no ser los mismos.

Arrastro mis letras, son mi única salida ante estos terrosos paisajes, esperando que algún mecenas se identifique, pero lo busco que no sea tan ácido, crudo, irreverente, pero no hay muchos ilustrados en los principados.

Más de Estrategias Aplicadas: Sueños cruzados Schrödinger y Rulfo II

Cervantes tomó su copa y bebió…

-Lograron matar a todo un pueblo antes de nacer, lo sofocaron, y lo dejaron indiferente entre la pobreza como virtud, al silencio como un valor y la sumisión como el único camino hacia una recompensa que aún esperan después de quinientos años.

-Mi tío salía de su casa, se sentaba frente a ella, del fresco de la mañana al calor del mediodía; comer los frijoles que nunca saca del fuego, siempre los rellena con agua que entibia a lado del fogón, se sirve, los come y de allí hasta las seis de la tarde que le pone a una taza de esa misma agua; le pone canela, café y piloncillo para endulzar, beber antes que den las siete de la noche cuando pasa doña Carmen y se pongan a rezar quince minutos, para que el río vuelva a tener agua… agua que nunca ha de llegar porque los militares desviaron el cause desde las montañas para que un general en retiro pudiera tener su pasto siempre verde a costa de esta gente y diez poblados más, pero no se espanten el militar es un héroe de guerra.

Rulfo echa whisky al café y bebe.