Turismo sostenible: lecciones de Costa Rica para Zacatlán

Costa Rica es un referente mundial en turismo sostenible. Con un modelo que equilibra la conservación del medio ambiente con el desarrollo económico, ha logrado convertir su biodiversidad en su principal activo sin comprometerlo. Zacatlán, con su riqueza natural y cultural, tiene el potencial de replicar algunas estrategias costarricenses para consolidarse como un destino sostenible.

El modelo tico: naturaleza y comunidad en armonía

Costa Rica ha apostado por el ecoturismo como motor de desarrollo. Su éxito radica en tres pilares:

1. Áreas protegidas y certificaciones ambientales. Más del 25% del territorio costarricense es área protegida. Además, se implementan certificaciones como la Bandera Azul Ecológica y el Certificado de Sostenibilidad Turística (CST), que garantizan buenas prácticas ambientales en hoteles, restaurantes y touroperadores.

2. Participación comunitaria. El turismo en Costa Rica beneficia a las comunidades locales. Proyectos de turismo rural permiten que las familias sean anfitrionas, guías o emprendedoras de servicios turísticos, asegurando que la derrama económica quede en las poblaciones.

3. Infraestructura y educación ambiental. La inversión en senderos, señalización ecológica y programas educativos ha generado conciencia entre los visitantes y residentes, promoviendo un turismo responsable.

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Zacatlán: un destino con potencial sostenible

Zacatlán ya cuenta con atractivos naturales y culturales que lo hacen un imán para el turismo. Sin embargo, el crecimiento del sector sin planificación sostenible puede poner en riesgo su equilibrio ecológico y su identidad. ¿Cómo aplicar la receta costarricense?

Certificación ecológica. Desarrollar un distintivo de sostenibilidad para hoteles, cabañas y restaurantes incentivaría prácticas responsables como el ahorro de agua y energía, el manejo adecuado de residuos y el uso de insumos locales.

Turismo rural y comunitario. Comunidades aledañas como Jicolapa o San Miguel Tenango pueden ofrecer experiencias como caminatas interpretativas, talleres de elaboración de pan de queso o la cosecha de manzanas. Esto fortalecería la identidad local y distribuiría mejor los beneficios del turismo.

Protección de áreas naturales. Lugares como la Barranca de los Jilgueros y la Cascada de San Pedro necesitan planes de conservación y visitas reguladas para evitar deterioro ambiental.

Educación y sensibilización. Crear campañas de turismo responsable para visitantes y prestadores de servicios garantizaría que la experiencia en Zacatlán sea sostenible a largo plazo.

Costa Rica demuestra que un turismo bien gestionado no solo preserva el entorno, sino que también mejora la calidad de vida de sus habitantes. Zacatlán tiene la oportunidad de aprender de este modelo y consolidarse como un destino donde naturaleza y desarrollo caminen de la mano.

Acá entre Nos, el Ayuntamiento de Zacatlán, representando por su Presidenta Municipal, Beatriz Sánchez Galindo, recibirá asistencia técnica de parte de la Universidad de Costa Rica, en materia de turismo sostenible, proyecto que forma parte de los convenios de Cooperación que existen entre los gobiernos de México y Costa Rica, enhorabuena y Zacatlán se pondrá a la vanguardia en cuestiones de sostenibilidad, temas tan necesarios e imprescindibles en los Pueblos Mágicos del estado de Puebla.

** el autor es municipalista y Presidente de IDEAS A.C.

Correo: gabriel.lopez@ideasac.org.mx