Durante la última década, la industria cinematográfica ha estado marcada por una tendencia a la sobreproducción y la oferta de tres tipos principales de largometrajes para los espectadores: películas de superhéroes, remakes y biopics. Y en referencia a este tercer apartado, hemos visto desfilar variopintos trabajos, como:
- Blaze (2018) – Blaze Foley
- Bohemian Rhapsody (2018) – Freddie Mercury
- Rocketman (2019) – Elton John
- Stardust (2020) – David Bowie
- Respect (2021) – Aretha Franklin
- Spencer (2021) – Lady Di
- Tick, Tick… Boom! (2021) – Jonathan Larson
- Elvis (2022) – Elvis Presley
- Blondie (2022) – Marilyn Monroe
Ahora, en el mismo tenor, el 23, 24 y 27 de septiembre del año en curso, se exhibirá en las salas de cine de los Estados Unidos, Carlos: The Santana Journey, el filme documental que repasa la figura de uno de los guitarristas más importantes del siglo XX. Obviamente hablamos de Carlos Santana, “el Jimi Hendrix latino” que ha logrado cautivar con sus álbumes a millones de personas en todo el mundo durante los últimos 54 años.
Si alguien merece una película que repase una trayectoria tan larga, ese es el músico mexicano oriundo de Guadalajara, pues a sus espaldas carga con distinciones interesantes, como el haber compartido escenario con músicos tan legendarios como Ravi Shankar, Joan Báez, Grateful Dead, Creedence Clearwater Revival, Janis Joplin y The Who en el Festival de Música y Arte de Woodstock de 1969, o el haber ganado ocho premios Grammy por su álbum Supernatural (1999). Ni que decir de poseer la nada despreciable cifra de vender 100 millones de discos alrededor del mundo. Pero más allá de eso, Carlos Santana se ha ganado un sitio privilegiado en la industria musical por desarrollar un sonido característico que es identificable con solo dar 3 ó 4 notas. Su estilo afrocaribeño con tintes de blues y hasta jazz tiene un poder hipnótico que lo hace disfrutable en su totalidad, porque muta con facilidad de lo salvaje a lo sensual. Tantos años de buena música reflejados en discos imprescindibles, llámense Santana (1969), Abraxas (1970), Caravanserai (1972), Borboletta (1974) o Moonflower (1977). Así mismo, temas como Soul Sacrifice, Black Magic Woman/Gypsy Queen, Oye como va, Samba pa ti, Guajira o Europa (Earth’s Cry Heaven’s Smile) son clásicos que ya están en el inconsciente colectivo popular.
Lo más importante con respecto a esta cinta a estrenarse, es el uso de material de archivo que ha sido reunido para contar la historia del músico. Porque a diferencia de las biopics dramatizadas, el margen de tomarse licencias poéticas en pro de vender un producto interesante es casi nulo. Es de agradecerse que un trabajo así pueda ser presentado por el propio protagonista sin el afán de venderse como un héroe o un mártir.
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Al respecto, el propio Carlos Santana ha declarado sobre su filme: “Quiero ser dueño de mi propia película, quiero poder opinar sobre el principio, la mitad y el final, sobre cómo se me va a presentar.”
Finalmente, Carlos: The Santana Journey, es un documental al que hay prestar especial atención por distintos motivos.
1. Es un testimonio interesante sobre uno de los mejores músicos de la historia del rock.
2. Seas fanático declarado o no del guitarrista, para cualquier melómano es un documento obligatorio de consumo.
3. Carlos Santana es uno de los mexicanos más universales en el mundo –al lado de Sor Juana Inés de la Cruz, Guillermo González Camarena, Hugo Sánchez, Octavio Paz, Fernando Valenzuela, Lorena Ochoa, Julio César Chávez, Alejandro González Iñárritu, o Rodolfo Neri Vela– al que se le debe de echar un vistazo en materia de vida y obra por la relevancia dentro de su campo.
En cuanto a la llegada de la película a nuestro país, se desconoce si se exhibirá en salas de cine o si podremos disfrutarla próximamente en alguna plataforma de streaming.
