Por Marien Garza, Miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife
Mindfulness es un término en inglés que se traduce como “atención plena”. Se puede definir como: “un estado temporal de no juicio, no reactividad, de atención y conciencia centrada en el presente”.
Actualmente, las corrientes psicológicas que aplican este enfoque incluyen ejercicios e intervenciones basados en meditación, respiración, aprendizaje experimental, movimientos corporales y una profunda conexión con las emociones humanas.
La práctica del mindfulness ha permeado uno de los aspectos más importantes de nuestra vida: la nutrición y, por ende, la alimentación. Científicos han estudiado cómo el mindfulness y el mindful eating (alimentación consciente) pueden mejorar procesos de recuperación de enfermedad como la depresión, los trastornos de la conducta alimentaria o enfermedades crónico degenerativas.
¿Qué es el Mindful Eating?
El mindful eating consiste en desarrollar habilidades de atención plena enfocadas en transformar positivamente los hábitos alimenticios. Identificar nuestros pensamientos y reacciones es un paso importante para generar cambios significativos en nuestra relación con la comida.
A partir de estas definiciones, podemos darnos cuenta que la nutrición intuitiva se enfoca en la manera en la que comemos y no en una dieta o régimen especial a seguir que se enfoca en los alimentos o productos que consumimos.
Hay prácticas que dificultan nuestro esfuerzo por adoptar una nutrición intuitiva como comer mientras realizamos otras actividades (ver televisión, trabajar, manejar, usar dispositivos electrónicos, comer en el escritorio de trabajo), comer en exceso o dejar de hacerlo.
Ser intuitivos al comer implica diferentes acciones como poner plena atención a las propiedades sensoriales de los alimentos, agudizar el sentido del gusto y el olfato, y ser muy receptivos a ellos, además de enfocarse en las señales de hambre y saciedad. Esto requiere identificar estímulos internos y externos (pensamientos, sentimientos o sensaciones corporales) que provocan el deseo de comer.,
Además, la ética y la sostenibilidad se ha vuelto importante al incorporar la conciencia sobre el origen de los alimentos y su impacto ambiental. Comer de manera consciente, no solo se trata de lo que comemos, sino de cómo nuestras elecciones alimentarias afectan al planeta.
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La Relación entre Emoción y Hambre
Una de las autoridades en el tema de Nutrición Intuitiva en México es la nutrióloga y psicoterapeuta Ana Arizmendi, quién plantea la pregunta: ¿De qué tiene hambre tu vida? Desarrollar el hábito de identificar el hambre emocional, diferenciándose de la física, es crucial para mejorar nuestra relación con la comida.
Practicar hábitos de presencia completa al comer permite disfrutar más de nuestros alimentos y entender mejor las señales que nuestro cuerpo nos da para indicar hambre o saciedad. Existen diferentes tipos de hambre: visual, nasal, bucal, estomacal, mental y emocional (del corazón).
En este último, el hambre del corazón se relaciona con experiencias emocionales y la conexión con alimentos que evocan historias cálidas, sentimientos de conexión y compañía.
Recomendaciones literarias
Si quieres profundizar en la práctica de alimentación consciente, aquí dejo tres recomendaciones:
- “Comer con atención plena” de Jan Chozen Bays. Una guía práctica sobre cómo incorporar la atención plena en la alimentación, con ejercicios y reflexiones para transformar la relación con la comida.
- “La alimentación consciente” de Thich Nhat Hanh y Lilian Cheung. Combina enseñanzas budistas con prácticas de alimentación consciente, promoviendo un enfoque holístico que incluye la meditación y gratitud.
- “Mindful Eating: Un enfoque consciente para disfrutar de la comida” de Susan Albers. Esta obra traducida del inglés aborda estrategias para desarrollar una relación más saludable y consciente con la comida.
Nutrición Intuitiva como Estilo de Vida
Adoptar la nutrición intuitiva implica un compromiso constante con el aprendizaje sobre nuestro cuerpo. Comer más despacio, saborear realmente los alimentos y disfrutar del acto de comer son pilares fundamentales. Como bien dice el dicho popular: “Comer es un placer”.