En una noche vibrante en la T-Mobile Arena, Saúl Canelo Álvarez volvió a demostrar su supremacía en el boxeo al derrotar a Edgar Berlanga por decisión unánime, aunque no logró cumplir su promesa de finalizar el combate por la vía del nocaut.
A pesar de la expectativa generada por un desenlace más contundente, el mexicano dominó el enfrentamiento y dejó en claro por qué es tricampeón mundial, reteniendo sus títulos de la AMB, OMB y CMB.
Los jueces reflejaron en sus tarjetas la clara ventaja del mexicano, con puntuaciones de 117-110 y 118-109 en dos ocasiones. Aunque Edgar Berlanga ofreció una sólida resistencia y mostró su espíritu de guerrero, la experiencia y calidad del Canelo Álvarez fueron demasiado para el joven contendiente.
El combate comenzó con una prometedora intensidad. Edgar Berlanga logró conectar algunos golpes que encendieron la pelea, pero solo provocaron que Canelo Álvarez respondiera con más fuerza, incrementando el ritmo y presionando a su rival.
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La agilidad del Canelo Álvarez para moverse por el ring y su capacidad para evitar los golpes de Edgar Berlanga lo mantuvieron seguro, mientras que su rival comenzó a mostrar signos de nerviosismo.
En un intento por mantenerse a flote, Edgar Berlanga recurrió a tácticas cuestionables, como golpes bajos y el uso de la cabeza, pero Canelo Álvarez continuó implacable con jabs y uppers que minaron la resistencia del neoyorquino.
Pese al dominio del Canelo Álvarez, el nocaut nunca llegó, y la pelea se extendió hasta la decisión de los jueces. Al término del combate, el campeón mexicano reconoció la valentía de su oponente y le deseó suerte en su futuro, destacando que Edgar Berlanga aún tiene un largo camino por recorrer en el boxeo profesional, pero que demostró tener potencial.
La pelea fue un cierre ideal para una noche significativa en el marco de las celebraciones del Día de la Independencia de México, con un Canelo Álvarez reafirmando su lugar en la cúspide del boxeo mundial.
