Por Marien Garza, Miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife
Cuando los profesionales de la salud nos referimos a llevar una dieta durante el embarazo, nunca se tratará de restringir calorías o perder peso en esta etapa. Dieta es todo lo que se come en un día y proviene de la palabra griega Daita que significa forma o estilo de vida.
Más bien, hay que decir que el cuerpo de una mujer antes, durante y después del embarazo, a través de una dieta correcta y con una buena suplementación, puede prepararse para lograr el crecimiento y desarrollo adecuado del bebé. Es lo que hoy se conoce como nutrición preconcepcional, que también involucra hábitos y alimentación del padre.
Existen muchos mitos relacionados a la alimentación para las futuras mamás en el caso de la energía y las calorías. Hoy sabemos que no se necesita caer en exceso de las mismas durante el embarazo y no debemos “comer por dos o tres o cinco”. Durante el primer trimestre, únicamente se necesita aumentar aproximadamente 150 calorías, durante el segundo y tercer trimestre, 300 calorías más y en la etapa de la lactancia 500 calorías más, respecto al consumo de calorías totales diarias de una mujer. Esto puede variar dependiendo de la situación individual de cada mujer.
El aumento excesivo de peso durante el embarazo, puede condicionar a la mujer a tener un parto más riesgoso y no beneficia la nutrición del bebé. No es recomendable dejarse llevar por antojos y abuso en la comida.
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Por recomendaciones internacionales de los Institutos de Salud y por Norma Oficial Mexicana (NOM) la mujer debe llevar una dieta correcta durante el embarazo. Debe consumir a través de suplementación, ciertas fuentes de vitaminas y minerales que, con la ingesta diaria de alimentos, no alcanza a cubrir en su totalidad. Por ejemplo, las necesidades de ácido fólico (vitamina B9), calcio y hierro aumentan durante este periodo, además de ciertos ácidos grasos como el Omega 3.
En el caso del ácido fólico, sabemos que es una vitamina del complejo B, esencial para prevenir defectos del tubo neural del bebé. Se recomienda la suplementación de 0.4 mg de ácido fólico por día y es el médico quien lo prescribe. Las verduras de hoja verde oscura (espinaca, acelgas), las leguminosas (frijoles o soya) son muy buena fuente de este mineral.
El calcio es un mineral vital para formar dientes y huesos fuertes, la coagulación sanguínea normal y la función muscular y nerviosa correcta, tanto de la mamá como del bebé. Las buenas fuentes alimenticias de calcio incluyen lácteos (leche, queso, yogurt), verduras verdes, almendras, frijoles, sardinas y tortillas nixtamalizadas. La Organización Mundial de la Salud sugiere una suplementación con 1200 mg de calcio diariamente durante el embarazo. Siempre debemos buscar un suplemento certificado y de buena calidad.
Si bien la fuente principal de vitaminas y minerales necesarios durante el embarazo, debe provenir de las frutas y las verduras (consumir 5 raciones al día), un multivitamínico prenatal diario, puede ayudar a obtener suficientes nutrimentos clave. Las mujeres pueden planear un futuro embarazo saludable con multivitamínicos prenatales que pueden tomarse hasta tres meses antes de la concepción y consumirse durante todo el embarazo.
Y respecto a una correcta alimentación para futuras mamás, no debemos olvidar que se debe complementar con llevar un estilo de vida adecuado: comer bien, hacer ejercicio (con la anuencia médica), descansar y estar bien hidratada será clave para toda esta etapa.