La información que circula en todos los medios de comunicación de Puebla sobre un supuesto crédito de 600 millones de pesos que pediría el Ayuntamiento de la capital poblana justo antes de salir y que Adán Domínguez Sánchez salió a “desmentir”, se puede interpretar como el último clavo al ataúd de las aspiraciones de este último para dirigir al Partido Acción Nacional (PAN) en la entidad poblana.
Dicho de otra manera, aunque Adán Domínguez dijo en meses anteriores que tenía serias oportunidades de ser el dirigente estatal del PAN Puebla, han ocurrido en las últimas semanas situaciones que lo dejan virtualmente descalificado. Déjenme contarles cada una de éstas:
Primero, la derrota de Eduardo Rivera Pérez por la gubernatura de Puebla, ya que aunque en ese entonces aún no destapaba sus aspiraciones por ser el mandamás del partido, el formar parte de ese grupo político lo hubiera colocado como el favorito, y la estrepitosa derrota les quitó poder en la institución política.
Segundo, que Eduardo Rivera decidiera no buscar la dirigencia nacional del PAN lo hizo apuntar directamente por la estatal, lo que hizo salir a Adán Domínguez a declarar que declinaría solo si existe un candidato que de verdad una a todos, haciendo referencia al excandidato a la gubernatura.
Tercero, el pleito innecesario que compró con la exdiputada local Mónica Rodríguez Della Vecchia, donde tratándose de lucir, echó mano de la imagen de menores de edad para decir que ella no había trabajado en favor de la niñez, lo que le resultó contraproducente, ya que él fue quien quedó mal y a la postre la exlegisladora fue nombrada como la integrante más productiva de esta legislatura.
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Cuarto, que la expanista María de la Barreda, quien hoy por hoy es diputada local del Partido Verde, pidiera a la Auditoría Superior del Estado (ASE) investigara el programa del Ayuntamiento de Puebla de las “Mil calles”, y ella habiendo estado en el partido azul ha de conocer algo por lo que pueden atorar tanto a Adán Domínguez como a Eduardo Rivera, en sus respectivas búsquedas de poder.
Quinto, la información del supuesto crédito de 600 millones de pesos que aunque Adán Domínguez salió a decir que no se pedirá, ya puso sobre aviso a su sucesor José Chedraui Budib, al gobernador actual Sergio Salomón Céspedes Peregrina y al gobernador electo Alejandro Armenta Mier. Mismos que ya dijeron que revisarán con lupa a la administración saliente.
Y por si fuera poco, la presidenta del Congreso de Puebla, Laura Artemisa, pidió hoy también a la ASE que se revisen las finanzas del Ayuntamiento de Puebla, para confirmar o descartar el presunto hoyo financiero y evitar que la administración entrante tenga problemas de dinero desde sus primeros días.
Todo lo dicho anteriormente no solo ha hecho ver mal a Adán Domínguez con los adversarios, sino con sus propios copartidarios, recordando también que el fue presidente municipal no por habérselo ganado, sino porque Eduardo Rivera quiso buscar la gubernatura y tras perder ya no quiso regresar a su puesto.
A título personal, ya no veo viable que Adán Domínguez pueda salir ni siquiera en la lista de aspirantes a la dirigencia estatal del PAN Puebla, ya que una, no creo que rete a su jefe político Eduardo Rivera que también busca el mismo hueso y dos todo lo ocurrido en semanas anteriores lo haría llegar muy débil a la contienda.
Pero mientras vemos con qué otra sorpresa podrá salir Adán Domínguez en sus últimos días antes de entregar la presidencia municipal de Puebla capital, nosotros nos leemos la próxima en El Acuario.