AMLO se traumó con Xóchitl Gálvez

Desde hace más de una semana el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó a la senadora panista Xóchitl Gálvez Ruiz como la elegida por la “mafia del poder”, y desde ahí el mandatario no la ha sacado de su boca.

Al principio parecía que AMLO solo decía el nombre que a su parecer sería la candidata del Frente Amplio por México, pero como es bien sabido, a la cabecita de algodón no le gusta que les salgan respondones y la vuelve a mencionar día tras día a ver si por fin se queda con la última palabra.

Es una realidad que a López Obrador le ardió que llegara Xóchitl Gálvez a tocar la puerta de Palacio Nacional para refutarle unas acusaciones previas, por lo que quiso preparar su golpe “fulminante” diciendo que ella sería la candidata y ridiculizándola con una caricatura, ya saben, guerra sucia viejita.

Lejos de intimidarla, Gálvez Ruiz salió respondona y lo llamó machista, algo que el mismo AMLO dijo que sí lo calentó, escudándose en que la mitad de su gabinete eran mujeres. Yo pensé que hasta ahí paraba todo, pero no hay que subestimar al fundador de Morena.

Siguió y siguió hasta que el pasado martes la senadora dijo que lo denunciará por violencia política de género, algo que si termina a favor de Gálvez Ruiz significaría otra derrota significativa del ego de López Obrador, ya que además de estar en la lista de infractores electorales, también estaría en la de violentadores en razón de política de género.

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Que AMLO mencione hasta en la sopa a Xóchitl podría tener varios motivos y es mi deber compartirles todo lo que ocurre en mi mente:

El presidente sigue pensando que su palabra es la ley, así que si la sigue satanizando todo el pueblo lo hará. Estrategia que está obteniendo resultados contrarios ya que la está poniendo en boca de todos los analistas políticos, ya sea de la oposición o no.

Otro motivo puede ser que la menciona tanto para quemar su nombre y ya no tenga fuerzas rumbo al 2024. Ya que sus “corcholatas” se quemaron bien feo por andar haciendo campaña antes de tiempo, quiere emparejar los cartones en ese aspecto. Pero como ya lo vimos el punto pasado, no le está resultando.

La otra es que AMLO traicione a sus propios hijos y ya haya pactado con Xóchitl Gálvez para que sea la futura presidenta, algo que suena muy descabellado e imposible, pero conociendo al mandatario todo es posible.

¿Hasta cuándo seguirán los dimes y diretes entre López Obrador y Gálvez Ruiz? Lo sabremos con el tiempo. Mientras tanto, nosotros nos leemos mañana en El Acuario.