Les soy honesto, hoy planeaba escribir una previa de las inscripciones de los aspirantes a la presidencia de la República del Frente Amplio por México, pero en un lapso no mayor a ocho horas pasó algo que me dejó con la boca abierta, la estrepitosa salida de Ardelio Vargas Fosado del Gobierno de Puebla.
Y es que el ahora exsubsecretario de Desarrollo Político de la Segob Puebla es un caso único en la política poblana, ya que fue corrido de fea forma del gabinete de Miguel Barbosa Huerta, fue rescatado por Sergio Salomón Céspedes Peregrina, y su reivindicación fue interrumpida por una acusación a nivel nacional cortesía de AMLO.
Es más, habíamos quienes pensábamos que tras la renuncia de Julio Huerta Gómez, Ardelio Vargas Fosado sería nombrado como nuevo secretario de Gobernación en Puebla, pero ahora solo quedará como un paso extrañamente meteórico por la dependencia que solo duró 10 días.
Las cosas ocurrieron así: en su conferencia de prensa matutina AMLO dijo que ya se le había enviado hace una semana a Sergio Salomón un informe del por qué Ardelio no debía estar dentro de su gabinete, además de ligarlo directamente con Genaro García Luna y su escándalo internacional de narcotráfico. Y no olvidar que mencionó las acusaciones en su contra por violar los derechos humanos de la ciudadanía.
También dijo que Céspedes Peregrina era un hombre correcto y de bien, no por halagarlo sino para presionarlo con el fin de que le diera las gracias a Vargas Fosado. Cosa que de una manera u otra funcionó.
La prensa a nivel nacional habló del tema y aunque por varias horas todos “callaron como momias”, por la tarde salió el gobernador de Puebla a confirmar que Ardelio Vargas Fosado le había presentado su renuncia a la Subsecretaría de Desarrollo Político de la Segob Puebla.
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La confirmación vino a través de redes sociales y en un escrito en el que parecía que estaba defendiendo a su ex gallo, algo lógico porque si Miguel Barbosa decía que “los medios no reconocían sus errores”, déjenme decirles que quienes realmente nunca dicen las palabras “me equivoqué” son los gobernantes.
Ardelio Vargas apenas estaba iniciando su segundo aire en el Gobierno de Puebla, por lo que podríamos decir que su segundo paso como miembro del gabinete y su reivindicación ante su posible nombramiento como secretario de Gobernación, se convirtió en un ridículo nacional.
Sé que nunca lo hago, pero en esta ocasión reconozco el valor que tuvo Andrés Manuel López Obrador para jalarle las orejas al gobernador de Puebla y pedirle que elija bien a quienes pone en su equipo de trabajo.
También reconozco a Sergio Salomón Céspedes Peregrina porque en esta ocasión no se puso necio como con el caso de Julio Huerta, y ante la crítica directa de su jefe político entendió que lo mejor era que Ardelio Vargas dejara de formar parte de la Segob Puebla.
Las preguntas ahora son: ¿Quién será el próximo Subsecretario de Desarrollo Político de la Segob Puebla? ¿Quién será el próximo Secretario de Gobernación Estatal? Probablemente mañana ya lo sepamos.
Pero mientras vemos quienes serán los próximos elegidos por Sergio Salomón para esos cargos, nosotros nos leemos mañana en El Acuario.
