Por más que el presidente Andrés Manuel López Obrador diga que él no trata de favorecer a Morena cuando de hacerle “publicidad gratuita” se trata, cada vez es más evidente y hasta predecible.
A veces no necesita hablar bien del partido que fundó para llegar al poder, basta con ver sus movimientos, subir una foto en fechas especiales para el movimiento o hasta realizar una pequeña gira previo a un evento importante para todas y todos los militantes de la 4T.
Eso de visitar el municipio de Huauchinango, un día después de la visita al estado de su secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, el mismo día que renuncia a su cargo el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, y sobretodo, un día antes que inicie la consulta para elegir al candidato de la Cuarta Transformación que contenderá por la presidencia de México, tiene plan con maña.
Y es que no solo fue una visita rápida, o de afinar detalles con el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, que cabe mencionar que es el menos culpable aquí porque tenía que estar con su jefe, Andrés Manuel hizo promesas casi casi de campaña con doble intención: respaldar al mandatario poblano y de paso recordarle a la gente los “beneficios” de que Morena gobierne.
¿Por qué lo digo? Porque AMLO ha venido infinidad de veces a la entidad poblana, a veces solo a pasearse con el gobernante en turno, y otras solo a vanagloriarse. Pero esta vez llegó con la noticia de las pensiones universales para las personas con discapacidad. Es una acción buena pero en su boca se convirtió en 100 por ciento publicitaria porque bien pudo darlo a conocer solamente Céspedes Peregrina durante una de sus ruedas de prensa matutinas.
Es más, su gira por Huauchinango había sido anunciada inicialmente para el viernes 9 de junio y convenientemente se cambió al domingo 11 una fecha más cercana del inicio de la batalla por la candidatura morenista.
Otra lectura que se le puede dar a su visita es que la cambió para llegar justo después de Adán Augusto como para dar a entender quien es su “corcholata” favorita. Pero esto es menos probable… o no… con López Obrador nunca se sabe.
Pero bueno, la cuchara del Presidente de la República va a estar metida en esta consulta sí o sí, lo que no sabemos es a favor de quién la va a mover. Tampoco sabemos si las intromisiones que sabemos que sí tendrá de aquí hasta las elecciones del 2024 en realidad van a beneficiar a Morena o terminarán hartando a la ciudadanía y que ahora el “voto de castigo” sea contra ellos.
Pero como todavía falta mucho para poder contestar estas interrogantes, nosotros nos leemos mañana en El Acuario.