Este martes a las 23:59 horas el Frente Amplio por México cerrará la recolección de firmas para cada uno de sus aspirantes, proceso en el que otro “presidenciable” renunció a la contienda y de paso a su partido: Jorge Luis Preciado.
De entrada puedo asegurar que en popularidad, Jorge Luis Preciado iba muy por debajo de sus hoy excompañeros Santiago Creel y Xóchitl Gálvez, es más, también iba atrás de los priístas Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid y de los perredistas Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles.
Hace unos días el expanista denunció que cuando que el proceso interno de selección de candidato a la presidencia del Frente Amplio por México era una farsa, y que dentro del mismo PAN le dijeron que ya estaba todo arreglado.
Lo curioso es que se atrevió a filtrar los resultados: del PAN pasarían Santiago y Xóchitl, del PRI avanzarían Beatriz y Enrique, mientras que del PRD solo tendría a Silvano Aureoles.
Pero, si analizan bien, los nombres revelados por Jorge Luis Preciado no varían de los pronósticos que hice semanas atrás, excepto por Enrique de la Madrid que yo en su lugar había puesto a Miguel Ángel Mancera.
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¿Qué quiero decir con esto? Que Preciado no filtró nada, sencillamente se dejó llevar por la medición de popularidad de los aspirantes y eligió nombrar a los que por obvias razones van a pasar a la siguiente ronda.
Además de eso, reclamó que cuando él subía los registros, se le ponía la cantidad en ceros. Sin embargo, no mostró una captura o video de pantalla donde pudiera probarlo, por lo que me atrevo a poner en duda dicha acusación.
Honestamente, considero que lo que pasó en realidad fue que al igual que Gabriel Quadri, Jorge Luis Preciado vio que remontar a Creel o Gálvez era prácticamente imposible, y tal vez se acercó a Acción Nacional o al Comité del proceso interno para ver si había otra salida y al recibir la negativa decidió irse no sin antes haber hecho un escándalo tal como lo hizo Lilly Téllez hace dos meses.
Pero tiene que entender algo: ya no estamos en la época de los compadrazgos, Acción Nacional no es el mismo del 2005 donde por dedazo le negaron a Santiago Creel la candidatura para dársela a Felipe Calderón.
Pareció que hizo eso para buscar el perdón y reconciliación con AMLO, más allá de quererle “abrir los ojos” a la ciudadanía. Sin embargo, en caso de haber presentado pruebas, yo mismo estaría escribiendo aquí que tiene la razón y que hay que respaldarlo, pero no lo hizo.
Pero mientras vemos si le atiné a mis predicciones sobre los perfiles que avanzarán a la siguiente ronda del Proceso Interno del Frente Amplio por México, nosotros nos leemos mañana en El Acuario.