Debemos reconocer que en el mes de noviembre quien supo robarse la atención pública en Puebla e incluso a nivel nacional e internacional fue la pseudo psiquiatra Marilyn Cote, y no precisamente de la manera en la que ella hubiera querido.
Antes que nada quiero aprovechar los próximos dos o tres párrafos para contarles mi experiencia con ella, ya que en algún momento la entrevisté y no es por hacerme la “vístima” pero la doña supo envolverme en sus mentiras.
A inicios de 2023 buscó a un periódico donde trabajaba para que le hicieran una entrevista por un libro que iba a sacar, y aunque en un principio iba a asignarle a una de las reporteras (Paulina o Lupita) para que lo hicieran, al final dije que lo haría yo, más que nada porque me gusta ser protagonista.
A la postre fue la decisión correcta, porque las salvé de pasar momentos incómodos, ya que todo inició hablando de cómo evitar que pedófilos, psicópatas y sociópatas engañaran a la justicia, a escuchar mentiras de las que primero diré cuatro y la quinta vendrá en el párrafo posterior:
- Que era prima del exgobernador Rafael Moreno Valle
- Que su esposo era medio hermano del expresidente Enrique Peña Nieto
- Que fue asesora de su tesis en la Universidad de Harvard de Natalie Portman
- Que las ganancias de su libro las donaría a una fundación en acuerdo con Sasha Sokol y Eric Rubín.
La quinta es que en su delirio de persecución dijo que en tres ocasiones han intentado atentar contra su vida, y a mitad de la entrevista sacó una pistola diciendo que por eso sacó permiso para portar armas, algo que así como están las cosas también lo dudo. Bueno ahora sí volvamos con el chisme reciente.
En semanas pasadas usuarios de redes sociales empezaron a recriminar a la criminóloga por recetar de manera negligente medicamentos controlados atentando contra la vida de ellos, algo que Marilyn Cote ignoró pero afortunadamente la Secretaría de Salud no, y por medio de la DPRIS clausuraron su consultorio, iniciando así su debacle.
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¿La razón? Pues la señora no tenía en su consultorio aviso de funcionamiento, ni permisos, vaya no tenía una cédula profesional que la acreditara como psiquiatra, algo que en sí representa un delito porque entonces por sus “polainas” recetaba los medicamentos controlados a sus pacientes sin tener un conocimiento real para su aplicación.
Ella en su pensamiento narcisista retó a las autoridades diciendo que demandaría a todos los que le decían que no era psiquiatra y que “afortunadamente las autoridades le estaban dando todas las facilidades y atenciones”, y por si fuera poco aseguró que seguiría consultando.
Y para rematar argumentó que si no encontraban su cédula era porque desarrolló sus estudios en Europa, específicamente en Oslo y que por eso los hospitales donde colaboraba incluso la invitaron a ser accionista.
Peeeroooo, tanto las Torres Médicas como el hospital 50 Fifty Doctors se deslindaron de ella poniendo más en duda la reputación de Marilyn Cote y dejándola ya sin respuestas. Tanto así, que la Secretaría de Salud le puso fecha límite para que presentara su cédula profesional, algo que obviamente no pasó.
Es más, la presidenta Claudia Sheinbaum pidió acciones penales contra ella, lo que obligó a la Fiscalía General del Estado a tomar cartas en el asunto. Porque seamos claros, con la lentitud con la que está actuando es obvio que no se metió por iniciativa propia.
Eso de que públicamente digan primero “la vamos a investigar” y días después “la estamos investigando”, y tiempo después “vamos a esperar la orden de aprehensión” para que apenas esta semana dijeran “ahora sí la estamos buscando”, pareció más un “Vamos a ir por ti (guiño guiño), no te nos vayas a escapar (guiño guiño)”.
Hasta lo podría comparar con el juego infantil donde los niños hacían una rueda agarrados de la mano preguntando ¿Lobo estás ahí? y el Lobo les decía “Me estoy bañando”, “Estoy comiendo” y hasta lo último gritaba “Ahí voy”. En otras palabras, por lo menos a mí, en lo personal, deslindando a todos los medios de comunicación con los que participo, me da la impresión que las autoridades no querían atrapar a Marilyn Cote.
Y por desgracia, no hay que ser genios para deducir que con todo el tiempo que le dieron puedo estar casi seguro que Marilyn Cote ya debe estar prófuga, y al no ser un delito grave, todo parece indicar que la búsqueda va a ser muy larga.
Pero mientras vemos si la Fiscalía quiere hacer su trabajo y aprehender a quien atentó contra la integridad de sus pacientes recetándoles medicamentos controlados sin tener la facultad para hacerlo, nosotros nos leemos la próxima en El Acuario.