Para nada es un secreto que el caso de la empresa Agua de Puebla para Todos es prácticamente un “unicornio” en Puebla: tiene denuncias por no dar un buen servicio, dejar sin agua a muchas colonias, cometer muchas irregularidades, cada vez cobra más caro y aún así mantiene el contrato que le da poder sobre el vital líquido en la zona conurbada de la entidad poblana.
Y a todas las denuncias que llevan años sobre la mesa, se le suman dos más que demuestran que la concesionaria se preocupa por todo menos por el bienestar de las y los poblanos: La casi huelga de sus empleados y una supuesta negligencia con la que están realizando los “cambios de tubería” en el Centro Histórico.
La primera, aunque es un asunto interno, afecta, porque, si el diputado local Alejandro Carvajal no miente, el 80 por ciento de los empleados de Agua de Puebla gana el salario mínimo y solo están pidiendo el 6 por ciento de aumento y obviamente prestaciones justas.
Empresas como Volkswagen, Audi y hasta la CFE estarían viviendo un sueño si su plantilla laboral sindicalizada les exigiera solo eso. Pero a la concesionaria le gusta matar de hambre a sus trabajadores y solo les ofrece un mísero 3 por ciento. En otras palabras, se burla de sus necesidades.
El problema aquí es que, si los empleados abren los ojos y sí se van a huelga, la empresa se va a querer desquitar, y tal vez después de unos días de paro terminen accediendo a las peticiones de la plantilla, pero no tardarían en iniciar con despidos injustificados poniendo de excusa cualquier cosita que ni siquiera lo amerite.
Por otro lado, y quiero aclarar que yo no puedo confirmarlo ni negarlo pero es importante ponerlo aquí a debate, es que ya salieron declaraciones de supuestos especialistas que empiezan a alertar de que la entidad también conocida como Concesiones Integrales está cometiendo error tras error en las obras que realiza en el Centro Histórico.
Los ingenieros Manuel Bravo Bruno y Mauricio Loreto López alertaron que en dichas obras existen negligencias como destrucción de tubo de polietileno de alta densidad y ausencia de pruebas de hermeticidad, lo que genera riesgo de fugas y hundimientos en el primer cuadro de la ciudad.
Sin embargo, hay que recalcar algo, el Ayuntamiento de Puebla está vigilando estas obras y la verdad es que dudo mucho que dejen pasar errores de tal magnitud. El mismo secretario de Infraestructura y Movilidad, Édgar Vélez Tirado ya salió a hablar para desmentir dicha información.
Pero es bien importante que tengamos claro algo, el Ayuntamiento NO ES RESPONSABLE de todas las arbitrariedades de Agua de Puebla, ya que la empresa es particular y le “rinde cuentas” solo a SOAPAP (en caso que si lo haga).
Lo digo por todos los simpatizantes de la 4T que agarran el tema para atacar a Lalo Rivera y compañía sin pensar que un Gobierno Municipal no puede quitar así como así a una concesionaria, eso es facultad del Congreso de Puebla donde precisamente los partidos y legisladores de la cuarta transformación tiene la capacidad de echar para atrás el contrato de Concesiones Integrales, y por casi cuatro años no ha querido.
No cabe duda que Agua de Puebla Para Todos va a seguir dando de que hablar mientras que todas y todos sus empleados así como los usuarios solo queremos un trato justo, condiciones idóneas, que ya no falte el agua en la zona conurbada y tarifas menos estratosféricas.
Pero mientras vemos si algún día Concesiones Integrales cumple esas demandas, nosotros nos leemos mañana en El Acuario.