Este lunes pasó algo que honestamente no pensé que pasaría al menos en los próximos seis años: la diputada local Silvia Tanús Osorio renunció al PRI después de estar en el tricolor el último medio siglo.
Uno podría imaginar de primera instancia que Silvia Tanús buscaría unirse a la 4T o por lo menos a Movimiento Ciudadano a buscar un cargo de elección popular, pero sorprendió diciendo que se quedaría sin partido en el Congreso de Puebla y que tampoco buscaría aparecer en las boletas en este proceso electoral.
En pocas palabras, Silvia Tanús está a meses de retirarse de la política, dando paso a la nueva generación en el PRI, algo que es de admirar y es un gran ejemplo para algunos políticos en Puebla que ya no están en edad de andar buscando el voto popular pero que siguen aferrados.
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Probablemente la diputada local entendió que ya no estaba tan conectada con los temas de actualidad y decidió hacerse a un lado. Basta con recordar lo que pasó cuando en pleno homenaje póstumo a la activista trans Agnes, regañó a la comunidad diciendo que para ella el “todes no existe”.
Ahora, viéndolo del lado del PRI y pidiendo disculpas por mi lenguaje en este párrafo: Que semana tan jodida están pasando y eso que apenas es lunes. Primero la salida del Congreso de Néstor Camarillo por buscar una candidatura, desatendiendo sus laboras como líder partidista, lo de Silvia Tanús y la novela de Jorge Estefan Chidiac que al parecer en estos días encontrará su final.
¿Hay crisis en el PRI? Al parecer está decayendo ese ímpetu que apenas hace un mes o más les aplaudí por aquí. Pero mientras vemos como le va al tricolor con estos cambios repentinos, nosotros nos leemos mañana en El Acuario.
