¿Y si volteamos a ver a la Ley Carpy?

Este jueves visité el Congreso del Estado de Puebla y logré platicar con algunas diputadas y diputados, también con el equipo de trabajo de algunos de ellos, quienes me platicaron la agenda legislativa que traen y las buenas ideas que muy pronto saldrán a la luz.

Incluso logré saludar a mi amiga Edurne Ochoa, quien entró al recinto legislativo para proponer junto con la diputada Nora Merino iniciativas en contra de la violencia digital hacia las mujeres, que en lo personal, espero que muy pronto sean aprobadas porque las mujeres de Puebla lo necesitan.

Pero, platicando con el diputado panista Oswaldo Jiménez y con Jesús Manzano, integrante de su equipo de trabajo, me platicaron de una iniciativa de verdad muy buena y que nosotros, los medios de comunicación debemos informar a la ciudadanía de que trata, y hasta presionar desde aquí a las y los legisladores para que muy pronto sea una realidad: la Ley Carpy.

Les cuento rápidamente que esta iniciativa promueve que las instituciones gubernamentales de salud se hagan cargo de los cuidados y tratamientos de las personas que son víctimas de delitos de forma gratuita y permanente, sobretodo a aquellas que tras sufrir un atentado terminaron con alguna discapacidad que les impida trabajar.

Es más, Oswaldo bautizó la propuesta como “Ley Carpy” por Felipe Carpinteyro, un joven que en 2022 recibió tres disparos durante un asalto en la ciudad de Puebla, ocasionándole estragos tan severos como lo son perder un riñón y perder la movilidad de la mitad inferior de su cuerpo.

La familia de Felipe en un año de atención médica y tratamientos para él ha gastado 600 mil pesos, por lo que es indispensable que la Secretaría de Salud estatal o la federal intervengan para que empiece a ser tratado de forma gratuita.

Así como Felipe, existen muchas otras personas que tras ser lesionadas durante un ilícito, tal vez sí reciben atención policiaca y hasta servicios de primeros auxilios, pero hasta ahí, porque si tienen consecuencias de salud más grandes les dicen que “se rasquen como puedan”.

Y es urgente que se estudie y apruebe esta iniciativa porque existen víctimas de esta índole que no cuentan con los recursos, y si tras los hechos es muy difícil poder retomar sus vidas, ahora imagínense teniendo que gastar miles y miles de pesos para un tratamiento por culpa de unos delincuentes que solo dañan a la sociedad.

Además, es dinero invertido en el bienestar de la ciudadanía, por lo que incluso invito al gobernador Sergio Salomón Céspedes y al secretario de Salud, José Antonio Martínez a que se acerquen al Congreso para poder informarse acerca de esta iniciativa y la respalden, para que así hasta las bancadas de la 4T estén a favor de la Ley Carpy y se pueda dar celeridad a su aprobación.

Les podría explicar cada punto de la iniciativa, pero este texto se haría muy largo, pero les prometo que en estos días busco y convenzo al mismísimo Oswaldo para que nos la explique mejor, total él fue quien la propuso.

Después de este día tan productivo en el Congreso y enterándome de todas las ideas brillantes que traen las y los legisladores creo que daré vueltas más seguido por allá para poder darles a conocer iniciativas que a lo mejor no son tan mediáticas pero que sin duda deben ser aprobadas por el bien de Puebla.

Nos leemos mañana en El Acuario.