La ópera prima de la directora Charlotte Wells fue una de las grandes sorpresas del año anterior, la historia de Aftersun cautivó a los espectadores como una de las películas más entrañables de los últimos tiempos, proyectándose para ser uno de los próximos clásicos del cine independiente.
La película nos narra las vacaciones de Calum (Paul Mescal) y Sophie (Frankie Corio), un padre y su hija que pasan unos días en Turquía, la historia empieza cuando Sophie en víspera de su cumpleaños 30 vuelve a los videos que grabó en videotape durante esas vacaciones, intentando recordar todo lo que vivió con su padre.
A través del recuerdo el personaje de Sophie irá descubriendo las cosas que de niña no pudo ver, al mismo tiempo seguiremos a Calum, quien observamos está pasando momentos difíciles, los cuales nunca son dichos, pero son claramente perceptibles.
La cinta poco a poco nos va adentrando en la relación padre-hija de los personajes, así como con su contexto: la mamá de Sophie, los trabajos en Irlanda de Calum, el colegio, entre otros, así podemos dibujar la vida que los protagonistas están llevando. De manera tenue la directora te involucra con los personajes, les tomas cariño y entiendes que hay algo no dicho entre ellos, ese algo que está buscando Sophie al volver a los videos.
El guion es impecable en ese aspecto, además está perfectamente acompañado por la fotografía y la dirección de arte, pues los colores que usa cada personaje refleja mucho de su personalidad, lo que están sintiendo en ese momento, planos enteros que con composición y color reflejan el sentimiento de cada personaje.
Uno de los grandes aciertos que tuvo la directora es la elección del soundtrack que acompaña la historia, pues no sólo son canciones agradables y armónicas para el espectador, sino que sus letras toman perfectamente de la mano la narrativa de la cinta para dotar un valor agregado a la trama, los ejemplos de Tender (Blur), Losing my religion (R.E.M.) y sin duda el más icónico, Under pressure (Queen & David Bowie) son perfectos en la puesta en escena, donde Wells logra de manera brillante ligar música e imagen creando una de las escenas más icónicas de la última década, en el caso del baile de ´under pressure´.
Paul Mescal y Frankie Corio hacen espectaculares interpretaciones, además que logran una química entrañable, misma que le valió al actor irlandés su primera nominación a los premios de la academia como mejor actor.
Aftersun es una historia sumamente profunda, que habla desde el corazón, íntima en todo el sentido, con un final que logra redondear todo que pas en la historia. La película logra conmoverte de igual forma ya sea con un plano de la playa mientras Sophie y Calum miran el horizonte, como con Calum bailando en medio de la oscuridad con luces intermitentes o Sophie viendo en la pantalla las vacaciones que vivió con su padre.