Puede ser producto de una psicosis general o legítimo instinto de supervivencia. El próximo martes está prevista la salida de quienes hayan deseado emplearse en un campo de cultivo de uva en Tolimán, en el sur de Jalisco.
Es una oferta de trabajo que apareció este fin de semana en una cuenta en Facebook que lleva por nombre EMPLEOS PUEBLA, publicación en la que la mayoría de los usuarios de esa plataforma descree.
La aparición de ese anuncio encaja en el tipo de publicaciones que los reclutadores al servicio del crimen organizado suelen utilizar para embaucar a jóvenes necesitados de trabajo e ingresos. A saber.
Lo cierto ese que cada vez es mayor la percepción de la existencia en nuestro entorno de un clima de zozobra, consecuencia de hechos que contribuyen a ese imaginario.
El hallazgo de un vehículo tipo VAN incendiado en la capital del estado con la presunta autoría de la agrupación criminal la Familia Michoacana no hace sino confirmar la revelación del vicealmirante Francisco Sánchez González, titular de Seguridad sobre la operación en Puebla de siete agrupaciones delictivas de gran tamaño, entre las que también se haya el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Desde que a principios marzo se libró la orden de aprehensión del exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, visitante frecuente de una propiedad en el fraccionamiento boscoso Haras, no se tenía noticia de tan notoria presencia de gente proveniente de tierra purépecha, especialmente del cártel fundado por Servando Gómez Martínez “La Tuta”.
El sentido del mensaje y su advertencia en el sitio en el que fue siniestrada la camioneta sugiere una reacción al combate frontal que las autoridades han desatado en contra de bandas que asaltan, roban combustibles, extorsionan o secuestran.
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“Próximamente serán patrullas” decía ese mensaje.
Aunque la mayoría de las veces han resultado mensajes en lonas con destinatarios en otras bandas criminales, el de este viernes 4 tiene una particularidad diferente: es un desafío abierto a las instituciones del estado.
El área de inteligencia ya debe estar en el análisis de los materiales con los que se plasmó el mensaje, la caligrafía y los horarios en que fue siniestrada la camioneta y colocado el mensaje.
La criminalidad acecha en todas partes y de las más diversas modalidades.
Forma parte ya del paisaje urbano y semi rural como el de los dos cuerpos -un hombre y una mujer, con apariencia de haber sido torturados- este domingo en una junta auxiliar de Cuautlancingo, la demarcación en la que paradójicamente se encuentra el cuartel de operaciones de las fuerzas de seguridad: el C5.
El decomiso a finales de febrero pasado de 6 mil litros de huachicol en el municipio de Esperanza, la toma del control de los estacionamientos en la zona de los estadios y el golpe a las agrupaciones que operan el transporte público pirata entre otros debía tener consecuencias.
Se trata de grupos de poder que durante años utilizaron sus vínculos con el poder público de gobiernos anteriores o de sus respectivas capacidades numéricas. Alguien tenía que tirar ese sistema de privilegios y acabar con las componendas.
La sacudida será fuerte, pero era absolutamente necesaria.