Casi a la media noche del martes 20 la Secretaría de Gobernación en Puebla informó a través de la cuenta oficial en X que por un acuerdo, los habitantes de la capital no tendrían que padecer por bloqueos anticipados por Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre.
La organización que lidera Rubén Sarabia “Simitrio” había advertido del cierre vehicular en 14 puntos de la capital en demanda del pago de indemnización de Abelino Soberano Martínez, un franelero de 22 años que perdió la vida en medio de un altercado en inmediaciones de la tienda Sam’s de la zona de los mercados en el oriente de la capital el viernes 2 de agosto.
El edil de la capital, Adán Domínguez consideró que las manifestaciones de la 28 de Octubre, caracterizada por haber resistido todo intento de exterminio, se trata de un intento de “presión y chantaje”, para obtener beneficios propios.
No fue la mas afortunadas de las expresiones de un perfil político que se ha caracterizado por su capacidad para dialogar y mesura para conseguir acuerdos desde antes de tomar la estafeta como presidente municipal tras la salida de Eduardo Rivera en diciembre de 2023.
Lo demostró cuando como Gerente de la Ciudad consiguió consensuar con los vecinos de la avenida 16 de Septiembre para convertirla en un paseo peatonal desde el Barrio de El Carmen hasta el zócalo, una política pública a la que no pocos se oponían.
Haber reprochado que un grupo de elementos de la Policía Municipal también resultó herido tras la reyerta de hace tres semanas puede expresar la condición de malestar del edil, pero por sobre todo, está llamado a hacer política profesional.
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En nada ayuda perder la paciencia, los estribos y mas aún, los hilos de la negociación. Dinamitar puentes de comunicación con sectores estratégicos para la gobernabilidad en una ciudad de suyo compleja, es resultado de la improvisación o del autoengaño.
No solo por el desafío que envuelven las palabras de una autoridad legal frente a un grupo de presión, sino porque puso en riesgo el resultado del dialogo en la Secretaría de Gobernación, a cuya cabeza se encuentra Javier Aquino Limón.
Aún más, pone en el terreno de la posible que la muerte de un afiliado a la organización de Simitrio se convierta en un conflicto social heredado a las administraciones del presidente municipal electo, Pepe Chedraui y, de paso, al gobernador electo, Alejandro Armenta con quien el edil entrante deberá cohabitar en la capital, sede de los poderes públicos.
La movilización que protagonizaron los agremiados de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre en los cruceros de mayor flujo vehicular en la capital dominó la conversación, pero no pasó de lo que previamente se había pactado en la mesa política la noche previa.
Un buen comienzo para restablecer los canales de comunicación con el gremio de ambulantes que ha sobrevivido a los regímenes del PRI y del PAN podría ser reconocer la identidad del franelero muerto, a la que los despachos informativos de la comuna se ha referido como “un masculino”, como si careciera de nombre.
Reconocer la dignidad de la persona fallecida y ofrecer condolencias y solidaridad nunca está de sobra, sobre todo cuando se pretende cerrar en buenos términos una administración municipal en la que se hizo buena política, pese a la maledicencia y las pasiones de los rivales.