“El dolor de los hombres es la única cosa objetiva, clara, evidente, constante. Y no el dolor que viene de una fuente inevitable, sino el dolor que unos hombres causamos a otros hombres, el dolor que originan nuestra voluntad o nuestra ineficacia para hacer una nueva y mejor organización de las cosas humanas.”
Manuel Gómez Morín
Se cumplen seis años desde que el sismo afectara de manera estructural al hospital más grande de Latinoamérica y hasta el momento, la ineficiencia gubernamental y del IMSS ha sido la otra enfermedad que impide restituir los servicios que se dejaron de otorgar a la población.
El hospital de San Alejandro ubicado en la capital de Puebla dejó un déficit en la atención a la salud de la zona centro y sur del país, las 415 camas, más las eventuales y la atención a 438 mil derechohabientes al año es un rezago, que los proyectos y acciones hasta ahora presentados tanto por los gobiernos federal y estatal así como el Instituto Mexicano del Seguro Social no han podido cubrir.
El director del IMSS, Zoé Robledo, y el exgobernador Miguel Barbosa anunciaron un convenio en el que presentaron cuatro proyectos hospitalarios de 7 mil 400 millones de pesos para la construcción de tres hospitales y la ampliación de La Margarita, dicho proyecto no logra cristalizarse y no alcanzará cubrir la necesidad de atención.
Hemos atravesado por la emergencia sanitaria que representó la Pandemia por Covid-19 y ni eso ha logrado sensibilizar lo suficiente a las autoridades a acelerar los trabajos, desde el Congreso del Estado se solicitó la donación de un predio en el municipio de Amozoc y no se ha avanzado.
Más de Pluma Azul: ¡Un desastre!
Y lejos de los recursos económicos y de los pendientes de atención a la salud, debemos tomar en cuenta que dichos servicios van dirigidos a la clase trabajadora, la clase sumamente castigada en sueldos que deben dividirse para las grandes necesidades que afrontan, podemos imaginar cuántas familias lo perdieron todo cuando un familiar requiere atención médica, cuánto ha disminuido la calidad de vida de las y los ciudadanos en todo este tiempo.
Por otro lado, los profesionales de la salud una y otra vez, padecen las desventajas laborales pro falta de personal, de espacios dignos, medicinas y materiales para desarrollar su trabajo, reconozco a algunos que de sus sueldos deben invertir en equipo para su seguridad y para la atención misma.
Mientras pasa el tiempo y por cuestiones presupuestales y ahora por la transición del IMSS-Bienestar nuevamente pasa el tiempo, esa ineficiencia es la otra enfermedad que lacera a los mexicanos, un gobierno que tiene la salud abandonada, que no es prioridad.
En Acción Nacional hemos estado a la altura de las necesidades de salud del país, así aprobamos las inversiones en hospitales, así a través de nuestros diputados y diputadas hemos, cada año, solicitado el presupuesto, también a nivel local apoyamos la donación de espacios para hospitales, y ahora pedimos cuentas y exigimos terminar con esa ineficacia gubernamental que deviene en lamentables defunciones por falta de atención o medicamentos.
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