Al rendir protesta como titular del Poder Ejecutivo, Alejandro Armenta pronunció palabras de mucho peso y significado. Afirmar que será un “gobernador justo, honesto e incansable” pareciera ser una frase que el respetable siempre espera escuchar de un político, pero la idea toma mayor fuerza cuando combina el compromiso con lo que él llamó los principios éticos aprendidos en su casa y heredados por su familia desde niño: “Ser útil, acomedido y agradecido”.
La responsabilidad de tales pronunciamientos es mayúscula cuando los compromisos los hace ante su propia familia. Dejar la palabra comprometida teniendo como testigo a su padre, a su esposa y a sus tres hijos, es un acto muy fuerte.
Sin minimizar el compromiso legal de rendir protesta ante las y los diputados y más tarde ratificarlo ante miles de ciudadanos, hacer tales ofertas delante de la familia es, sin duda, la acción de mayor valor y que lo compromete aún más.
Justamente por el significado de su mensaje es que Alejandro Armenta hoy tiene altos niveles de confianza social demostrado en las urnas el pasado 2 de junio. Ya lo dijo él: “Los cargos, ni son para siempre, ni nos pertenecen. Los cargos son para servir a la población” y por eso no hay tiempo para las distracciones y desde el primer momento que asumió el trabajo, comenzó su reloj regresivo que contempla 2 mil 192 días para cumplir los encargos que la sociedad le confió.
Exaltar los valores de 4T, asumir la filosofía de no mentir, no robar y no traicionar, tomar como propias las concepciones y ejemplos de AMLO y ser un aliado de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, son responsabilidades que Alejandro Armenta se toma muy en serio, por lo que en esa lógica no hay lugar para perder el tiempo.
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Por lo dicho el pasado sábado 14 de diciembre, el gobernador Armenta tiene clara la meta que quiere alcanzar en el 2030 al finalizar su sexenio. En sus planes destaca hacer que Puebla siga siendo referente ideológico, político, social, la cultura, del arte, de la innovación y de la ciencia.
Su plan de acción para los próximos seis años le llevó a presentar una especie de cápsula del tiempo en el futuro, en donde un noticiario televisivo habla de Puebla como referente de prosperidad compartida, de un medio ambiente saludable, con una sociedad que valora la equidad de género; sin discriminación, con reconocimiento a la diversidad y a la igualdad sustantiva. ¡Se escucha y ve bien!
El discurso pronunciado en su toma de protesta y ratificado en la presentación de su visión de gobierno ha quedado escrito y grabado en todos los medios informativos actuales: Fomentar leyes y normas que impulsen una prosperidad compartida. Anteponer la austeridad en el manejo de los recursos públicos y disponer de un servicio público eficiente sin corrupción ni prebendas son parte de los compromisos asumidos.
Antes concluir, no puede pasarse por alto otro elemento que tiene mucho significado luego de la Puebla convulsa de los últimos años. El gobernador Alejandro Armenta ofreció “continuar con la tarea de reconciliación a favor de Puebla” y ello no es un asunto menor.
Para rematar el listado de las ideas centrales del discurso de Alejandro Armenta al rendir protesta es aquella que resaltó: “Gobernaré para todas y todos. Con inclusión, con firmeza, pero sobre todo con justicia y equidad construiremos un futuro mejor”, pues que así sea por el bien de las y los poblanos. Esa es la fuerza de las palabras del gobernador de Puebla.
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