La lucha libre es más que un deporte, es pasión… es México

¡Bienvenidos una vez más a su espacio de salseo deportivo favorito! ¿Qué pensaban que ya no les iba a dar su buena dosis de información? No andaba muerta, andaba de parranda entre rudos y técnicos.

Para comenzar este platicadita, necesitamos poner un poco de ambiente con música con la que dice “lucharán de dos a tres caídas sin límite de tiempo”. ¿A poco no los traslada a esa época dominguera familiar mientras se ponían de acuerdo a qué bando apoyar?

Empezamos poniéndonos nostálgicos pero es que es imposible, siendo mexicano no sentir como se enchina la piel al recordar al Santo, al Cavernario o a Blue Demon o el infaltable Bull Dog.

Este 21 de septiembre se celebra el Día Nacional de la Lucha Libre y yo sé que quizá muchos de ustedes no sabían pero estoy segura que de inmediato se te vino a la mente tu luchador o luchadora favorita.

Porque déjenme decirles, ejem… que también las mujeres nos metemos a los trancazos desde la tercera cuerda. También hay mujeres luchadoras haciendo llaves y manteniendo este deporte espectáculo en lo alto. ¿Cómo les quedó el ojo?

Pero se preguntarán, “Ajá, pero ¿por qué el 21?” Bueno, no estoy yo para contárselo ni ustedes para leerlo, pero como en este espacio nos encanta el salseo, pues ahí les va la historia.

Todo se remonta a 1933 cuando Don Salvador Lutteroth González, considerado el “Padre de la lucha libre” vio nacer la entonces Empresa Mexicana de Lucha Libre, o sea lo que hoy conoce como el Consejo Mundial de Lucha Libre.

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En 2016, un poco más tarde y sí que se tardaron un poco nuestros apreciables senadores guiño, guiño. Se mandó la propuesta de hacer Patrimonio Cultural la Lucha Libre. ¿Se hizo? Pues realmente no en ese año, ya saben que nosotros los mexicanos nos damos nuestro tiempo para todo.

Fue entonces hasta el 2019, con 300 votos y una hurracarrana que se nombró al deporte espectáculo como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México.

Cuando pensamos en México, no podemos evitar pensar en la Lucha Libre, en aquellos muñequitos del Santo y Blue Demon que se vendían en los tianguis y hacía feliz a muchos niños.

Mucho se dirá de este deporte que se ha convertido en una tradición mexicana, pero lo que no se podrá negar es el talento y el disfrute que los mexicanos comparten en una tarde familiar.

No alejemos a las nuevas generaciones de este patrimonio de México. Enseñemos quienes fueron los precursores y por qué ir al pancracio también era una excelente terapia para sacar eso acumulado en el alma.

La lucha libre es más que un deporte, es pasión… es México.

Hasta aquí por hoy, recuerda que si quieres saber más del salseo que viene cada vez más picante en el mundo deportivo, no dudes en seguirme en twitter: @YadiGomez_ ¡Hasta la próxima!