Al inicio de la semana el gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta, anticipó que él y su equipo jurídico ya elaboran una iniciativa de reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública de Puebla que permitirá realizar cuatro modificaciones, seis creaciones y dos fusiones de secretarías del gobierno del estado. En esencia lo que busca es que la estructura de gobierno sea más eficiente y eficaz e imprimirle su visión administrativa.
La reingeniería de gobierno que planteó Alejandro Armenta es el andamiaje jurídico que le permitirá hacer los ajustes necesarios para que el “elefante reumático” de la administración gubernamental pueda ayudar a que Puebla sea un estado competitivo que consecuentemente atraiga nuevas inversiones y que al mismo tiempo retenga las que ya tiene.
Los ajustes anunciados que en breve llegarán a la actual legislatura, no deben causar extrañeza, ni ser motivo de sorpresa; pues cada gobernador tiene su propia visión de cómo hacer una gestión gubernamental con sello personal. Lo que en realidad debería ocupar a los ciudadanos, a los burócratas, a los poderes, a los opositores y a los críticos; es que al paso del tiempo los ajustes y acomodos, las fusiones y creaciones, ofrezcan los resultados positivos.
Y es que la formación académica y profesional como licenciado en Administración Pública y Ciencias Políticas del gobernador electo, son los motores que lo impulsan a querer transformar a la administración del gobierno que va a encabezar.
Justo lo dijo así el lunes: “La administración debe evolucionar, debe ser la promotoría para dejar de ser la burocracia” y es que para cualquier ciudadano, comerciante, así como para empresarios hablar de gobierno es un referente de burocratismo, trabas, lentitud, peros y objeciones que lejos de facilitar progreso, desarrollo, crecimiento e inversiones, solo se opone a ello.
En el rediseño de la administración las dependencias y entidades de gobierno van a dar el paso para que Puebla pueda convertirse en un estado competitivo en todos los sentidos, pero sobre todo que sea una entidad eficiente y eficaz que además optimice los recursos para que haga mucho más.
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Mientras llegan los tiempos ya existe un boceto que cómo quedará la administración pública estatal:
La figura de Jefe de Oficina tendrá modificación y ahora se llamará Jefatura de Gabinete y Oficina del Gobernador.
La Secretaría de Cultura se convertirá en Secretaría de Arte y Cultura.
La Secretaría de Turismo cambiará la Secretaría de Promoción y Desarrollo Turístico. De la mano se creará la Agencia Estatal de Turismo.
Las Secretarías de Planeación y Finanzas y de Administración serán fusionadas y su nuevo nombre será Secretaría de Planeación, Finanzas y Administración.
Las Secretarías del Trabajo y Economía también serán fusionadas y tendrán la denominación de Secretaría de Desarrollo Económico y Trabajo.
Además serán creadas la Secretaría de Deporte y Juventud y la Secretaría de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación.
En más de la reingeniería gubernamental también se contempla crear el Centro Estatal de Estudios Municipales a cargo de la Secretaría de Gobernación y la Coordinación de Planeación Estratégica para el Desarrollo Municipal a cargo de la Secretaría de Planeación, Finanzas y Administración.
Finalmente la creación de la Promotora Puebla para concentrar, promover, y vincular la grandeza del estado con instancias nacionales, internacionales y estatales.
Claro que hay que apuntar que el mismo Alejandro Armenta ha establecido que todo el proceso ya mencionado va de la mano, en sintonía con la visión de la 4T a fin de adaptarse a los objetivos y metas de la presidenta Claudia Sheinbaum. ¡Si es por el bien de Puebla y sus habitantes, pues que así sea!
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