La esposa del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán Loera, Emma Coronel debutó el la pasarela del Milán Fashion Week, por donde han desfilado personalidades del ámbito de la moda y el espectáculo Anne Hathaway, Salma Hayek o Emma Watson.
Obligadamente hay que ubicar el lugar y el momento: Milán junto con Nueva York y París son ciudades consideradas como las capitales mundiales de la moda, el glamour y el lifestyle al que solo tiene acceso un reducido grupo de privilegiados en el mundo.
Coronel no es la Hathaway, Hayek ni Watson, aún y que la prensa del corazón haya catalogado a la esposa del reo de origen sinaloense que purga cárcel de por vida como la reina de esa pasarela mundial.
El Chapo Guzmán fue el criminal más buscado después de Osama Bin Laden, el mas acaudalado con una fortuna estimada en 12 mil millones de dórales, según se reveló en una de las audiencias en el proceso penal que enfrentó en Estados Unidos, en donde se le encontró culpable y purga cadena perpetua.
El humilde agricultor que devino en el peligroso narcotraficante tuvo un aliado, según la narrativa de los últimos años, con Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad con Felipe Calderón Hinojosa y jefe directo del poblano Facundo Rosas Rosas.
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Rosas, conviene no olvidarlo, tuvo expedientes abiertos y sólo una componenda extrajudicial pudo haberlo puesto a salvo de casos escandalosos en Puebla y la Ciudad de México que ya han sido citados con solvencia en los últimos años, al menos desde su salida por la puerta trasera en el gobierno panista en Puebla, entre 2011 y 2017.
Escribe artículos en medios que le abrieron las puertas para cuestionar políticas públicas en materia de seguridad pública con la autoridad moral de quien fue señalado del crimen que costó la vida un niño de 13 años en Chalchihuapan, cuando el desalojo estuvo protagonizado por sus policías; de haber protegido huachicoleros a través de sus mandos; de haber traído a Puebla a Alejandro Santizo, presunto responsable de la ejecución de tres ministeriales en el zócalo de Tecamachalco en noviembre de 2021… Y así.
La extensa madeja detrás de la aparición de la esposa de un personaje como Joaquín Guzmán en una pasarela como la que se efectúa en una de las ciudades consideradas como la meca de la moda a nivel mundial no puede ser sino una pésima señal para los gobiernos que enfrentan el desafío de grupos de delincuencia organizada con la capacidad de reclutamiento, financiero y de fuego como quien produjo en Puebla las 12 ejecuciones del último fin de semana.
El gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina expresó el compromiso de su gobierno para trabajar sin descanso “un solo segundo de aquí al 31 de diciembre” para que la paz y tranquilidad de la población sigan estando garantizadas hasta el última día de gestión gubernamental.
Detrás del discurso público existe una realidad sobre la que gobiernos y sociedad deberíamos trabajar para desterrar de todo espacio público: el culto a la violencia como única forma de vida y éxito profesional, la normalización de la existencia de grupos delictivos y el encumbramiento de perfiles como la esposa del Chapo desde una pasarela como la de Milán.