Aunque ya no es militante del PAN, su ex pastor, el bien querido Paco Fraile, seguramente desde lejos estará observando que en su ex partido no siguen su filosofía y por el contrario, andan mal y de malas. Pero eso no es todo, lo peor está por venir. En las próximas semanas vendrá un fuerte agarrón que protagonizarán los dos grupos que se han apuntado por la dirigencia del partido albiazul en Puebla, por lo que es cuestión de días para que veamos de a cómo les toca en esa disputa partidista.
Como todo en la vida, cada quien jala con sus amigos y gente de confianza, por lo que en el PAN camotero ya se vio que cada quien jala con sus cuates. Mónica Rodríguez Della Vecchia, Rafa Micalco Méndez y Edmundo Tlatehui Percino ya mostraron que juntos, en bloque o cómo sea necesario, van a pedir PAN… buscarán el control del instituto político.
Al mismo tiempo este mismo trío ya reveló que van a enfrentar a los otros aspirantes que están agrupados con la aún dirigente Augusta Valentina Díaz de Rivera y en donde hay liderazgos visibles como el ex candidato a la gubernatura Eduardo Rivera Pérez, así como del ex abanderado a la alcaldía Mario Riestra.
La primera triada ha sido realista y sincera, por eso desde ahora ha comenzado a exigir piso parejo en el proceso que está por llegar. A su juicio, desde la dirigencia estatal hay mano negra para seguir con el control del partido. Por eso decía: piden PAN… a ver si les dan.
Mónica, Rafa y Mundo ya pusieron su propuesta sobre la mesa y se lo han hecho saber a la dirigencia nacional. Ellos quieren que la presidencia estatal sea resultado de una elección abierta entre la militancia que supera los 21 mil 500 afiliados y así evitar que quienes controlan el partido puedan mantener el liderazgo pero a través de una elección cuya decisión solo sea entre los miembros del consejo estatal.
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El trio de panistas ya lanzó la petición a la dirigencia nacional, aunque justo en ese nivel seguramente estarán más ocupados en resolver la misma elección del sucesor de Marko Cortés, que estar atendiendo los escritos, exhortos, las quejas y peticiones de los estados en donde deberán renovar a sus presidentes.
No es por ser ave de mal agüero pero por lo que se puede anticipar, es que los panistas poblanos tendrán que rascarse con sus propias uñas. Por eso es lógico que haya un agarrón entre ambos bandos tanto lo que quieren una elección abierta como aquellos que quieren la comodidad de que sea el Consejo Estatal quien decida.
Aunque faltan unas semanas para que el proceso interno comience a todo lo que da. Los militantes de Acción Nacional deben ser críticos y analíticos para decidir qué les conviene más después de la derrota del 2 de junio pasado.
Deben ser los afiliados al PAN quienes ponderen si deben seguir por el camino que los llevó a la mala elección de candidatos, a la realización de alianzas que nada sumaron y que hoy los tiene en la lona; o bien optar por un camino en donde los aspirantes dicen tener la fórmula ganadora y que es simple y sencilla: regresar a los orígenes del partido y escuchar a sus militantes. ¡Ya se verá!
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