La elección que vivimos en México y que le dio el triunfo absoluto a Morena y sus aliados en todo el país, incluida Puebla, es un claro mensaje de que la sociedad mexicana decidió darle su confianza a una mujer de izquierda para que sea la primera presidenta de México y que consolide la tan lleva y traída transformación, porque su brújula social sí está calibrada.
Además, los mismos resultados electorales han servido para demostrar que los partidos de oposición están desconectados socialmente y que los analistas, comentaristas y opinólogos también corren por otra pista totalmente paralela a la social.
En otras palabras, significa que los resultados electorales -gusten o no- fueron la ratificación al primer gobierno izquierdista de México por la simple razón de que su líder máximo, el presidente AMLO y su partido tienen una orientación social realista; mientras que la oposición solo piensa en recuperar el poder pero sin justificación social real.
Hay muchas teorías, ideas, creencias y especulaciones del por qué ganó nuevamente la izquierda con aplastante mayoría. Hay quienes dicen que una razón fue que la gente tuvo miedo a una inestabilidad política, económica y social. Otros sostienen que la gente no quiso perder los programas sociales que en teoría solo benefician a quienes menos tienen, pero que en realidad se ha visto que todas las clases se han favorecido incluidos los clase-medieros y hasta algunos fifís que puntualmente acuden a cobrar las becas o pensiones del Bienestar.
Los programas sociales que no llegan a todos, pero sí a muchos, pues se ha dicho que al menos 25 millones de mexicanos son beneficiarios de esos esquemas de ayuda; quizá sean la verdadera razón de peso para que las y los ciudadanos decidieran darle su apoyo total a Morena, a AMLO, a Sheinbaum, a sus candidatos y aliados para que mantengan esas ayudas.
Y es que mientras hay algunos sectores ilustrados, pensantes, preparados y reflexivos que abogan por los equilibrios parlamentarios, que reclaman la defensa de un sistema democrático y se pronuncian contra una potencial dictadura con la concentración del poder en una sola fuerza política; también hay otra ala social que le valen todos esos valores de la democracia en una nación si no tienen dinero para comer, para pagar la luz, para el agua o para mantener los pasajes de sus hijos en el colegio o bien para sus medicinas o hasta para sus antojos.
En resumen podría decirse que mientras otros en el pasado “invirtieron” los recursos en infraestructura y enriquecieron a sus socios y aliados, el presidente AMLO y su movimiento decidió “invertir” o repartirle a la sociedad aportando en efectivo a los monederos de la gente y sí le resultó.
Gira del agradecimiento
Una vez que Alejandro Armenta se recupere de la cirugía de tobillo a la que fue sometido ayer martes, el virtual gobernador electo de Puebla comenzará este mismo fin de semana su gira del agradecimiento por todo el Estado.
Aunque están por definirse los horarios en la agenda del morenista y de su equipo, ya se tienen contemplados eventos en juntas auxiliares de Puebla capital como San Miguel Canoa o La Resurrección. También aparecen municipios de la Sierra Norte a donde llegará a dar las gracias por el respaldo en las urnas para Claudia Sheinbaum.
Asimismo acudirá puntual a la cita en el Instituto Electoral del Estado el próximo domingo para recibir la constancia que lo acredita como gobernador electo de Puebla y consecuentemente tener todas las facultades legales para en su momento preparar la transición que tendrá su conclusión en diciembre del año en curso.
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