En las últimas horas del jueves Huejotzingo se había colocado como una tendencia en redes, producto de todo lo sucedido recientemente. Síntoma de la circunstancia que priva es que el alcalde electo Roberto Solís presentó a un elemento de la Marina Armada de México como el responsable de la seguridad pública.
Lo mismo ocurre en 24 demarcaciones municipales, confirmó el gobernador electo, Alejandro Armenta. Esa afirmación apuntala la hipótesis de que el próximo anuncio sobre quien será quien conduzca la seguridad en el territorio saldrá la misma institución castrense.
Casi en paralelo, Bety Sánchez, presidenta municipal electa de Zacatlán hizo lo propio al anunciar a otro marino -capitán de Fragata– como el próximo responsable de la seguridad de los habitantes de aquel pueblo mágico, lo que también confirma que la seguridad es ya una alta prioridad para las autoridades edilicias que entran en funciones a partir del próximo 15 de octubre.
Los anuncios de la llegada de los elementos de la Marina Armada de México se produjeron poco después de que el propio mandatario había sostenido un encuentro con un grupo nutrido de futuras autoridades municipales y también confirma que los mandos civiles de larga data en el estado, serán relegados para dar paso a una nueva generación de servidores de formación en las fuerzas federales para contener a la delincuencia.
En el camino habrán quedado quienes por largo tiempo protagonizaron relevos en instancias de seguridad y protección ciudadana que durante semanas se promovieron en mesas de café, columnas y propagadores profesionales de rumores en el ámbito policial.
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Era una vieja práctica, casi como parte de los usos y costumbres en la esfera local que quien había sido responsable de la seguridad en el municipio de Puebla lo fuera en el siguiente trienio en algún municipio vecino, como Cholula o se hiciera contratar en la seguridad del estado.
Mismos personajes, rostros y nombres que formaron parte del paisaje cotidiano en Puebla mientras el ambiente y la seguridad vivía un pronunciado proceso de descomposición que hoy es palpable a la luz de levantes, desmembramientos y secuestros.
Cambiar para que nada cambie trajo como consecuencia la existencia de delincuentes de alta peligrosidad como el tristemente célebre “El Grillo”, el jefe de sicarios que fichó la mafia al difunto Rafael Moreno Valle para reventar la elección de 2018. El personaje fue detenido y enviado a un penal federal de Oaxaca en donde murió, aunque la secuela de sangre aún persigue a esa figura
Imposible pasar por alto el escenario de violencia que se vive en Puebla con la existencia de grupos delictivos con vínculos con agrupaciones criminales de alcance global como el Cártel de Jalisco Nueva Generación.
Volver a Huejotzingo es preciso pues es ahí en donde tuvo lugar el más reciente caso de violencia criminal con el secuestro de un gallero de nombre César Bravo Anaya a quien en el pueblo conocían como parte de una red de narcomenudistas. La historia es parecida al sujeto levantado en la plaza comercial Solesta en la capital: levantón, tortura, exhibición de un video que luego reproducen los medios dedicados a la nota roja y la advertencia de La Barredora.
Guste o no, el recurso de traer a la Marina Armada de México es en sí mismo una señal inequívoca del grado de descomposición que vivimos en el territorio y la apuesta máxima de que no habrá negociación por la plaza.
