Regidores y síndicos: el eslabón olvidado del poder municipal en Puebla

En Puebla, como en muchos otros estados del país, el poder municipal suele girar alrededor de la figura del presidente o presidenta municipal. Es quien encabeza los actos públicos, quien aparece en los medios y quien carga (con razón o sin ella) con el éxito o el fracaso de las gestiones locales. Pero tras esa figura hay un órgano colegiado cuya importancia es estratégica y que, lamentablemente, ha sido subestimado por la cultura política local: el Cabildo.

Conformado por regidores y síndicos, el Cabildo es mucho más que un acompañamiento formal al Ejecutivo municipal. Es el espacio de deliberación por excelencia donde se define el rumbo de los gobiernos locales: desde la aprobación del presupuesto hasta la creación de reglamentos, pasando por la fiscalización interna y la definición de políticas públicas. Es, en términos constitucionales, es el o debería ser, el contrapeso natural al presidente municipal.

En Puebla, los 217 ayuntamientos enfrentan retos complejos: pobreza, violencia, desarrollo urbano desordenado, falta de servicios básicos, presión social por más transparencia. Y, sin embargo, la gran mayoría de los regidores y síndicos llegan al cargo sin preparación técnica, sin capacitación previa y, lo más preocupante, sin una red institucional que les permita hacer valer su función con autonomía y profesionalismo.

Por ello, urge avanzar en la creación de una asociación o colegio estatal de regidores y otra de los síndic@s. Un espacio que, más allá de lo político, apueste por la formación, el intercambio de buenas prácticas, la defensa de la función pública colegiada y el fortalecimiento del municipalismo poblano. Ya existen asociaciones municipales de tesoreros, de secretarios generales, incluso de contralores. ¿Por qué no darle voz también a quienes tienen la responsabilidad de deliberar y decidir junto al Presidente Municipal?

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Un colegio u asociación de regidores y y otra para los síndic@s en Puebla permitiría, entre otras cosas:

  • Capacitar con perspectiva jurídica, administrativa y territorial.
  • Fortalecer el papel de contrapeso del Cabildo.
  • Unificar criterios sobre reglamentación, transparencia y fiscalización.
  • Defender la dignidad del cargo ante intentos de subordinación política.
  • Crear redes de apoyo entre municipios pequeños y grandes.

En tiempos donde se discute una nueva reforma municipal en Puebla, esta puede ser una oportunidad histórica para abrir paso a un verdadero fortalecimiento institucional. No se trata de aumentar salarios o burocracia, sino de elevar el perfil del debate público municipal y reconocer que sin regidores y síndicos bien preparados, no hay gobernanza posible.

Acá entre Nos, el municipalismo poblano no puede avanzar si sigue construyéndose con piezas débiles. Darle fuerza al Cabildo es darle fuerza al municipio. Y colegiar a sus integrantes es darles herramientas para que ejerzan su cargo con dignidad, autonomía y eficacia. Puebla merece Cabildos fuertes, no figuras decorativa y como escribió Alexis de Toqueville, “Sin municipios libres, una Nación podrá darse un gobierno libre, pero carecerà del espiritú de la Libertad”.

**El autor es Municipalista, Presidente de IDEAS A.C.

Correo: gabriel.lopez@ideasac.org.mx