Por primera vez la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional habló abiertamente de una etapa en la que se le vinculó con grupos de delincuencia organizada. Fue el dirigente estatal Néstor Camarillo que se refirió a su ¿correligionario? Juan de Dios Bravo Jiménez, el presidente del Comité Municipal de esa franquicia electoral, vinculado con Tania N., detenida en compañía de un líder criminal en mayo del año pasado.
Camarillo habló con enojo contenido por la decisión de quien también se le conoció como un compañero transitorio de la imputada por haberse convertido en gestor del Movimiento de Regeneración Nacional, del gobierno del estado; o de ambos.
Con reproche recordó que “aquí se le acuerpó”, para referir la protección que el PRI prodigó a uno de los suyos cuando se comprobó que la propiedad en la capital en la que se encontraron a Tania N., seis personas mas de diversos estados del país, sobre todo del Bajío y armas largas, cortas, inhibidores de señal y dinero en efectivo, era propiedad de Bravo Jiménez.
El 4 de mayo próximo se habrá cumplido un año de que se produjo la aprehensión de todas las personas que se encontraban en ese inmueble en la colonia tres Cruces propiedad del aún dirigente municipal priista, y del tiempo a la fecha, solo se supo, estaba próxima una nueva audiencia de quien además, ostenta el cargo de diputada local suplente plurinominal.
A diferencia de todos los imputados, la figura que acaparó la atención tras el operativo en el que participó la Marina Armada de México, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y su similar en el municipio de Puebla, fue la de la joven mujer -tenía 31 años al momento de la aprehensión- pues se trataba de una figura priista en ascenso.
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Todos en la escena local recuerdan el empeño de la imputada de los delitos de delincuencia organizada por tomarse fotos y ‘selfies’ con las mujeres y hombres mas influyentes de la escena pública.
Una de las imágenes mas utilizadas fue en la que se hace acompañar de la excandidata a la presidencia de Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez; o con el candidato a gobernador de la oposición, Eduardo Rivera Pérez; pero también llegó a publicarse una en la que está a un costado del ex gobernador y próximo titular del Instituto Nacional de Migración, Sergio Salomón.
Néstor Camarillo desempolvó todo ese expediente cuando se le consultó sobre el paradero de su compañero de militancia, Juan de Dios Bravo a quien se le atribuyen dotes de capacidad extraordinaria para la operación electoral, sobre todo en la capital de Puebla a grado que en los últimos procesos electoral es buscado por una notable diversidad de fuerzas políticas y candidatos.
El senador priista no es un improvisado, sabe y entiende los códigos de la política y sus formas de mandar mensajes encriptados, sólo entendibles para los iniciados en los juegos de poder. Esos recursos fueron invocados entre líneas para referirse al abandono de las filas priistas de uno de los activos que aún poseía su partido en momentos en que vive la mas profunda crisis de legitimidad por la exigua votación que ha tenido en los dos últimos procesos comiciales.
Tania N., y sus probables vínculos con grupos de delincuencia dedicados al tráfico de drogas -su hermano a quien se le conoce como “El Teca” enfrenta desde 2021 un proceso penal por la posesión de 19 armas de origen checoslovaco y drogas-, es un instrumento entre priistas con un rédito político del que aún no es cuantificable.
